Una encuesta entre aseguradoras de Reino Unido ha revelado que la inflación encabeza su lista de preocupaciones para 2023.
Según un estudio realizado por la empresa de análisis GlobalData, la inflación récord y la crisis del coste de la vida serán el mayor reto al que se enfrentará el sector asegurador el próximo año.
Más de un tercio de los encuestados del sector de los seguros en la encuesta en línea de la empresa citaron la inflación como el principal reto para 2023, por delante de otras cuestiones como la digitalización, el cambio climático, la regulación, Covid-19, la ciberdelincuencia y la geopolítica.
Exactamente el 36,4 de los encuestados eligió la inflación, frente al siguiente tema más elegido, la transformación digital, que recibió el 17,9% de los votos.
Ben Carey-Evans, analista sénior de seguros de GlobalData, ha declarado: «La inflación supone una amenaza tan importante para las aseguradoras, ya que se enfrentan a un arma de doble filo».
«Las aseguradoras se enfrentarán ellas mismas a la presión inflacionista en términos de costes de funcionamiento de su negocio, y los costes de los siniestros aumentarán como consecuencia del encarecimiento de los suministros y el trabajo.
«Sin embargo, aunque las aseguradoras suelen repercutir el aumento de los costes de los siniestros a los consumidores en forma de primas más elevadas, los ciudadanos británicos disponen de menos ingresos que nunca, ya que el coste de la vida se ha disparado y los salarios permanecen estancados».
Esto, explicó Carey-Evans, dificultaría a las aseguradoras aplicar subidas de las primas sin perder clientes.
Consumidores despiertos
Para aumentar las preocupaciones causadas por la inflación, la Encuesta de Consumidores de Seguros del Reino Unido 2022 de GlobalData -realizada en el tercer trimestre de 2022- descubrió que, en los productos de líneas personales, los consumidores realizaban más investigaciones en el momento de la renovación, aunque no necesariamente cambiaban más de proveedor.
Esto se debió al impacto de las reformas de la FCA sobre los precios, que impidieron a las aseguradoras ofrecer tarifas preferentes a los nuevos clientes, así como al aumento de los costes para las aseguradoras, que les impidió ofrecer primas más baratas.
Carey-Evans añadió que esto significaba que las aseguradoras que ofrecían «algún punto de diferenciación» probablemente captarían más negocio nuevo, ya que los consumidores buscaban cada vez más valor añadido.