Las llaman pólizas de seguro «fantasma», contratos que no existen y propuestas de empresas creadas con el único fin de defraudar a los consumidores. A menudo se utilizan o crean sitios web falsos sólo para atraer y confundir a las víctimas. No es fácil reconocer la estafa, pero hay señales de alarma que unen las propuestas falsas generalizadas.
Pólizas de seguro fantasma: la última estafa denunciada
La Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones advierte sobre los simuladores de pólizas de seguros online, sistemas que permiten analizar varias pólizas y precios, siempre hipotéticos, con sus costes relativos, y que luego remiten a portales – aparentemente fiables – que proponen la contratación de pólizas que cubren todo a precios muy bajos.
Sin embargo, lo que parece una ganga esconde una trampa: los usuarios se dejan seducir por la perspectiva de ahorrar y acaba teniendo una cobertura de seguro fantasma.
Cómo reconocer los seguros fantasma y no caer en la estafa
En concreto, aunque la oferta sea tentadora, siempre hay que tener cuidado de comprobar el sitio web, que, aunque parezca fiable, podría ser una copia de uno existente y explotar el nombre de un organismo acreditado sin tener ninguna relación con él. Antes de pagar la prima siempre hay que comprobar que los precios y los contratos se refieran a empresas e intermediarios debidamente autorizados, y que cuentan con los datos de identificación oportunos (dirección de la sede social, número de teléfono, correo electrónico certificado, inscripción en el Punto Único de Información (PIU).
El consejo general, sin embargo, sigue siendo tener cuidado al evaluar las ofertas de seguros por Internet o por teléfono, sobre todo si son de duración temporal y si proponen costes muy (demasiado) ventajosos o fuera de mercado.
Pólizas de seguro: cómo comprobar que la compañía es fiable
Una vez hechas todas las aclaraciones necesarias, hay que añadir también que no es necesario que una póliza de seguro ventajosa sea necesariamente una estafa.
Para ir sobre seguro, como ya se ha dicho, basta con comprobar que la compañía de seguros está inscrita en el PIU, que contiene los datos de las personas que ejercen actividades de distribución de seguros y reaseguros en el territorio español, residentes o con domicilio social en España.